Hoy vamos a lucirnos, querido Espada corta o doblada o caída, que es lo mismo.
Usted le llama imaginario a lo que son sus fantasías sexuales infantiles y sus rencores y despechos, es decir, su envidia.
Yo sé (por mi poder de los servicios del personal secreto) que el Diario El Mundo da cabida a críticos y comentaristas de lo peor, pero eso no quiere decir que se puedan llevar el mundo de la cultura por delante con cuatro insultos y tres o cuatro mentiras.
Entre lo que desaparecerá dentro de una década, estarán ustedes. Así que menos insultos y un poco más de estudio, o se quedarán en la calle haciendo la prostitución para poder comer un poco de mierda.
Este mensaje clarividente que nos llega de EE.UU. impartido por la señora “Me Río de Clinton”, vale también para un gran porcentaje de los periodistas de El País, y etc.
Opinión contrastada.
Psicoanalista, jubilado en parte
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