Lunes, 21 de febrero de 2011
Egipto era una dictadura, o como se le llame, apoyada por Estados Unidos, Israel y Europa. No puede ser comparada con Libia y mucho menos con Irán.
Bahrein, punto estratégico fundamental para Estados Unidos, tampoco se puede comparar con Marruecos, un país con fuertes lazos comerciales con Europa.
¿Quién apuntala la falta de salud mental de los periódicos para que metan a todos estos países, y otros, en la misma bolsa cuando son diferentes.
Europa mira ahora con terror el cambio en dictaduras que contribuyó, decisivamente, a sostener. Es por eso que ahora tiene terror: a oleadas migratorias; al islamismo radical, que ya casi no existe; al terrorismo que ellos mismos crearon con su actitud y alimentaron con su indiferencia y, sobre todo, a las repercusiones económicas (más costosas para Europa que para esos países).
Y, ja, ja, ja, ja, en 24 h llevan la confusión a límites irrisorios, metiendo a Marruecos y a la consolidada China, líder internacional y segunda potencia económica mundial, en el mismo paquete que Yemen y Egipto.
Boludos, ignorantes o pro-yanquis. Y, teniendo en cuenta que los capitales Chinos mejoraron la deuda española, podríamos decir que los comentarios a los cuales aludimos riéndonos, no son para tanta risa porque están en contra del Gobierno socialista.
Psicoanalista, jubilado en parte
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